viernes, diciembre 05, 2008

De vuelta a la blogósfera

Me dio un ataque de nostalgia. Eso es por la Navidad que se acerca. Además, ayer entré al blog de Jackie a votar, he estado hablando con mis compañeros del taller de escritores, entré a buscar una foto de las hallacas que hacemos en casa... en fin, se acumularon cosas que me hicieron extrañar mi olvidado blog, mi querida Hola, plebeya y digital.
Claro, como todas las cosas basadas en tecnología, siempre hay algo nuevo, más rápido, más eficiente que desplaza al anterior. Lo admito, me enfiebré con el Facebook, pero la verdad es que extraño mucho estos ratos donde dejo un poco de mi, de lo que siento, de lo que vivo, lo que comparto. No sé si tendré la constacia que tenía antes, pero al menos, de vez en cuando volveré por estas páginas a dejar recuerdos de esta vida ordinaria.
Por cierto, lo de la votación, es que el blog de Jacqueline está compitiendo por segunda vez en el mejor blog de Canadá en la categoría de foto/arte. Entren a casienserio.blogspot.com para que voten
Hasta pronto.

domingo, febrero 17, 2008

Cosas que se escuchan en esta casa

Domingo a mediodía. La familia está reunida en el jardín después del "brunch" dominguero. 
Gabriela: ¿cuánto son 1.200 metros cuadrados?
Pocho: 1.200 metros...
Gaby: en serio, ¿cuánto?
Pocho: calcula que esta casa tiene 200 metros cuadrados
Vicky: o sea, mucho más grande que esta casa.
Pocho: es una masión
Yo: o una hacienda
Pocho: ¿quién vive ahí?
Gaby: Nadie, sólo preguntaba
Pocho: Dime quien vive ahí
Gaby: nadie, papá
Pocho: bebé si es alguien que te está cayendo, dile que si ya, que ahí cabemos todos.

sábado, enero 26, 2008

¡BIEEEEN!!!


Parece que mi blog ha resucitado. Hoy logré montar esta foto que me tomó Pocho en Los Médanos de Coro. Estuvimos allí a principio de enero con mi hermana Claudia, Dante, Camila, Rolando, mi mamá, Daniel, Verónica, María Adriana y Victoria.

Pero lo principal es que mi blog funciona de nuevo. Ya lo extrañaba y extrañaba a los amigos que pasan por aquí y a los pocos que me dejan algún mensajito. Y es que, a pesar de que me gusta mucho la tecnología, soy medio lenteja aprendiendo y después que ya le había agarrado el golpe a esto, me da una flojera enorme aprender a usar otros programas. De hecho, tengo abierto un my space que ni siquiera recuerdo el password, tengo abierta una cuenta en UNYK que nunca reviso, tengo dos facebook que no tengo ni idea de cómo usar. No sé ni como juntar ambas direcciones que abrí por error y menos termino de entender el cuento de la mandadera de quiz y saluditos, rankings, bebidas, abrazos y demás hierbas aromáticas. Lo más divertido es que cada vez tengo más amigos, pero no sé como se maneja ese rollo. Hasta me apareció un librito en una esquina que se llama "Facebook for Dummies" pero no tengo paciencia para esas cosas. Menos mal que Vicky al menos me montó una foto en mi perfil... Eso sin contar las innumerables invitaciones que recibo para unirme a cuanta red existe o estar por existir.

La verdad es que no sólo es el tema de la pereza que me da tener que aprender a usarlos, es que además lo que yo necesito es un espacio para escribir pendejadas y contarle a mi familia que hemos hecho últimamente por estos lares. Por eso no he puesto ni contadores de visitas, ni logos de causas o redes, por muy justas, útiles o divertidas que sean. Yo sólo quiero echarles unos cuenticos y adornarlas con las fotos de mi familia y mis amigos. Lo otro que me gusta de este formato, es que no necesitas tener tu propio blog para poder ver este y dejar tus comentarios.

Así que ahora que milagrosamente se arregló, porque no vayan a creer que lo hice yo, trataré de ir contándoles cosas que sucedieron durante los meses en que estuve ausente en paralelo a las nuevas historias.

viernes, diciembre 28, 2007

En receso por problemas técnicos

Como dice la canción... no estaba muerto, estaba de parranda!!!
Bueno, tampoco así. He tenido mucho trabajo y aunque he intentado ponerme al día con los chismes, resulta que este bendito blog no me deja montar mis fotos y mi blog sin fotos no es nada!!! Es como una fotonovela sin fotos.
Así que ando como loca revisando a ver que pasa, pero lamentablemente yo soy algo así como analfabeta de manual. Es decir, soy lo más incapaz a la hora de leer y entender explicaciones escritas de procedimientos.
Si alguien me puede explicar las razones por las que se puede congelar esto cuando trato de subir las fotos, por favor que me lo explique en cristiano. Mientras, continúa el receso.

domingo, julio 15, 2007

La radio en Brasseros

Cada cierto tiempo nos vamos a algún lugar de la ciudad y transmitimos desde allí los programas de Unión Radio Miami. Esta vez la remota fue en el restaurant Brasseros del Doral, mejor conocido como Doralzuela.

A mi particularmente me gusta la idea porque de vez en cuando es bueno relajarse un poco y dejar que la informalidad se apodere del espacio. La gente lo disfruta mucho y hasta se desvían de su camino a casa para acompañarnos un rato en vivo.

Esta vez, en vista de la víspera del cumpleaños de Elí, se me ocurrió invitar a algunas personas sin decirle nada. Lorena se encargó de la torta y bebidas, Betsabé del quesillo y entre la corredera de la transmisión, Elí no se dio cuenta del movimiento que se estaba gestando y que además de oyentes habían amigos en el lugar. De repente Sergio le cerró el micrófono y se lo abrió a Biella Da Costa que salió de su escondite cantando el cumpleaños y Gabriela, la esposa de Elí y sus dos niñas venían con la torta. Nunca me imaginé que se iba a quedar mudo, pero así fue. Después de ese momento, pidió ir a un corte comercial mientras se recuperaba de la sorpresa. Jajajaja. Fue una travesura divertida.

En esta ocasión tuve una asistente de producción: mi hija Victoria que se encargó de coordinar a los invitados sorpresa y tomar las fotos.

Con parte del equipo de la radio: Fred Medina, Alicia De Pedro, Boris Mizrahi y Lorena Mata.







Durante la transmisión con Sergio Gómez y Elí Bravo.








Con Alfonso Corona, el editor de DISTRIKT Magazine que nos hace la cartelera de fin de semana.





La cantante en su escondite.






Lorena escondida con la torta y la familia.

miércoles, julio 11, 2007

A mi que me lleven presa!!!

¡He dicho! Que conciertazo el de The Police. Yo que formo parte de la generación de los mega concierto y las súper estrellas, les puedo decir que éste ha sido uno de los que valen la pena.

Compramos las entradas apenas comenzaron a venderlas y esperamos por meses el día, más con nostalgia que con grandes expectativas. Al menos yo me conformaba con revivir aqueeeellos años en que descubría en Londres las bandas inglesas y coleccionaba los acetatos y LP. Yo tenía un 45 con Roxanne y I Can't Stand Loosing You. Y luego los disfrutaba en las noches de playa caribeña al son de Walking on the Moon o Don't Stand so Close to Me. Quería recordar las noches caraqueñas de Synchronicity. Pues yo esperaba una de esas noches en la que no le paras a que los músicos ya no son los de antes porque los recuerdo y el ambiente lo compensan, especialmente después de las críticas del mismísimo Stewart Copeland sobre su debut. Pensaba que al final, lo rico iba a ser compartir esa salida con mis hijas, Pocho y un grupo de amigos. Pero fue eso y la sorpresa de encontrarme con una banda mejor que la que dejé hace 20 años, con un montaje espectacular con pantallas gigantes y luces alucinantes y Sting... que les puedo decir... igual que el vino. No sólo está espectacular físicamente sino que todavía se puede dar el lujo de cantar Roxanne al final del concierto y llegar a los tonos más altos como si nada.

El Dolphin Stadium estaba lleno. Como el primer día de la temporada de los Marlins en el 2004, después que ganaron la serie mundial o como el año pasado durante el Super Bowl. Estaba hasta la bandera.

Como no llevamos cámara y estábamos bien alto, las fotos las tomamos con los teléfonos en la tarde antes de que comenzara el concierto.

lunes, julio 09, 2007

Mi telefono y yo

¡Que angustia, Dios mío! Hoy me he dado cuenta que estoy obsesionada con mi teléfono. No es que sea adicta a interminables conversas telefónicas. Para nada. Lo que pasa es que se ha convertido en un instrumento básico de trabajo. Más que básico escencial.

Yo tengo dos trabajos, mis hijas y esposo en Miami y el resto de la familia en Venezuela. A veces trabajo en algún rincón de Telemundo que va variando cada cierto tiempo y con él su respectivo número de extensión telefónica. Otras veces trabajo desde mi casa y otras en la radio, donde puedo estar en mi puesto o en el estudio. El problema es que la mayoría de las personas que necesito contactar para alguno de los dos trabajos, no pueden saber en dónde estoy en el momento en que me van a contestar una llamada.

Pero además, con tanto ajetreo de un lado a otro, de vez en cuando dejo algo donde no debo. Sin embargo, que se me quede el almuerzo es reparable, lo peor que puede pasar es que pase un poco de hambre mientras tengo tiempo de para a comprarme algo. Si se me queda el sueter, aguanto algo de frío o le pido a alguien que me auxilie. Se me ha quedado la tarjeta que abre todas las puertas de la oficina y me prestan una provisional, pero la idea de que se me quede mi teléfono donde me pueden localizar con la rapidez que requiere un programa en vivo y donde tengo los datos de un gentío, me produce un sobresalto increíble. Ni hablar de la sensación de que se me vuelva a caer en el baño.

Lo peor, lo que más me asusta es darme cuenta que he pasado a ser esclava de un adminículo. El otro día leía una entrevista que le hicieron a Antonio Banderas donde él contaba que no tenía celular. Entonces me puse a pensar que debe ser divino darse el lujo de no tener uno, que el mundo espere por ti. Sin embargo, mientras sea yo quien espera por el mundo, me la paso con el susto de que se me pierda o se me quede en algún lado.

Por cierto, esto está buenísimo: los diez mandamientos del teléfono celular. Esta en inglés pero está bueno.

http://www.infoworld.com/articles/op/xml/00/05/26/000526opwireless.html

Answer The Call

Yo siempre he tenido tendencia conservacionista. Desde pequeña en mi casa me enseñaron a ahorrar electricidad. Recuerdo a mi mamá detrás de nosotras: ¡Apaguen las luces que esta no es la casa de los Wollmer! (que eran los dueños de la compañía de electricidad). Mi abuelo Pelón, padre de mi padre, era un típo adelantado a su época. Cuando éramos pequeñas, nos hablaba de todos estos temas que hoy están en boga. Nos hablaba de la importancia de estar en armonía con la naturaleza, de no desperdiciar el agua, de respirar adecuadamente, de hacer tiempo para meditar, en fin, la mayoría de los mensajes que ahora se lanzan en forma de SOS para tratar de rescatar el planeta y hasta nuestra propia salud, formaron parte de mi crianza.

Sin embargo, nunca se deja de aprender. Últimamente he descubierto una serie de tips interesantes que pueden hacer la diferencia y que dependen de cada uno de nosotros. Por eso, cuando escucho la discusión de los más puristas sobre lo inútil y hasta contraproducente que puede ser poner en mano de la gente común y corriente un problema tan grave como es el de recalentamiento global, no puedo más que estar en desacuerdo. Es cierto que no lo podemos resolver solos. Es cierto que los gobiernos tienen la gran responsabilidad y que las empresas deben asumir sus cuotas, pero creo que nosotros también. A fin de cuenta somos miles de millones y si cada uno hace un poquito, suma mucho. Como decía el slogan del concierto: "Answer the call". Hay que responder al llamado urgente de la naturaleza. Cada uno desde el papel que le toca en la sociedad.

Algunos piensan que este mega concierto que se transmitió el 7 del 7 del 07 con las mayores estrellas del espectáculo llevando un mensaje ecológico, es banalizar el problema, pero yo creo en la fuerza de las masas y creo que hay público para todo. Hay gente que se entienden bien con la música y que admira a los artistas de forma tal que lo que ellos digan es verdad. No es sólo cuestión de credibilidad sino también de esa especie de conexión mágica que se dan en momentos como esos. Yo creo que ningún conocimiento sobra y los métodos educativos deben ser variados.

¿Que se trata de una ocasión para llevar un mensaje político? Quizás, pero también creo que es hora que dejemos de tenerle asco a la política y comencemos a entender que es allí donde se toman las grandes decisiones que nos afectan a todos. Así que escuchar lo que dicen los políticos y hacer que nos escuchen, apoyar a quien esté de acuerdo con lo que creemos importantes y exigirles que cumplan sus promesas, debería ser un ejercicio natural.

Al menos yo tuve la oportunidad de disfrutar de la música, de enterarme de hechos sobre el recalentamiento global que desconocía y de aprender un poco más. De paso, ya empecé a actualizar mi lista de prácticas personales. Yo sí creo e invito a todos a que respondan al llamado.

Visita el sitio:
http://liveearth.org