domingo, enero 01, 2006

Primer dia de año



A mi me encantan los ciclos. Me gusta sentir que las cosas tienen pricipio y final y uno de mis ciclos preferidos son los años. Cada vez que cumplo años o se termina un año calendario, me da por ponerme analítica, feliz y sentimental. Reviso, planeo, me preparo, me propongo metas, practico rituales. Para cada ocasión, una forma de celebrar.

Ayer, para finalizar el año me dio por cocinar platos típicos de mi país para compartir con todo el que quisiera venir a mi casa. Supongo que tiene que ver con mi afición por la cocina y la creciente nostalgia de Pocho, mi esposo, por Venezuela, después de 4 años y pico viviendo fuera. Así que degustamos un banquete de hallacas, ensalada de gallina, pernil de cochino, pan de jamón, torta de pan, quesillo y marquesa de chocolate.

En fin, la idea era hacer menos aburrido el fin de año en este pueblo llamado Miami,por lo que compramos fuegos artificiales, bajamos música, cociné y cociné. En la noche vinieron varios amigos, celebramos el año nuevo a la hora de Venezuela, luego a la hora de Miami, cumplimos con supersticiones varias, comimos, bebimos, bailamos y hablamos hasta bien entrada la madrugada. Betsabé Capriles, una compañera de universidad y su hijo; mi mamá y su amiga Myriam Carreño, se quedaron a dormir acá.

Esta mañana nos despertamos más temprano de lo que esperábamos, preparé una arepas que rellenamos con pernil de anoche, tomate, guasacaca y queso blanco frito. Nos calamos un programa de televisión venezolana donde hacían un recuento de los saludos navideños del canal de los últimos 30 años. Llamamos a los amigos para darles envidia, especialmente a los que viven en zonas donde no es fácil encontrar productos latinos, ni tienen satélite para ver los canales de allá. Recibimos más visitas y pasamos el día entre chismes, sofás, hamacas, cuentos de familias, risas, llamadas. Así que el ritual del primer día del año, quedó reducido a buenas intenciones de un día de resaca.

Dado que la división de los años, dentro de la inmensidad del universo y la eternidad, es un tanto arbitraria, creo que mi ritual puede esperar un día más sin que afecte sus resultados. A lo mejor mañana me voy a la playa a purificarme y escribir mis resluciones de año nuevo.

Aquí les dejo un par de fotos de ese primer día en pijamas. En una están Myriam y mi mamá. En la otra estoy yo con Ileana, Betasabé y Alicia, la mamá de Ileana.

Feliz Año a todos. Que el universo les cumpla sus deseos y ustedes cumplan sus resoluciones.