Mas de novelas y otros demonios

Por muchos años Venezuela fue exportadora de telenovelas y reinas de belleza, así que hablar de Delia Fiallo y Osmel Sousa era casi inevitable. Lo que nunca me imaginé fue que un día estaría sentada frente a Delia Fiallo escuchándola hablar de telenovelas. Esa era la sorpresa que nos tenían preparada los de Telemundo para la última clase grupal.

Para ser sincera, creo que solamente vi Cristal y por Carlos Mata. Sin embargo, me encanta escuchar historias, especialmente de gente que ha tenido el privilegio de vivir tantas cosas y tan intensamente. Casi se podría convertir en la protagonista de una de esas historias. Me impresionó su lucidez, el orgullo que siente por su trabajo y cómo todavía disfruta de cada anécdota. Comparto su opinión sobre el valor del género y su aporte a la cultura popular y sobre la pérdida de la intensidad de las emociones, en la mayoría de las nuevas producciones.

Como no todo es serio en esta vida, antes y después aprovechamos de divertirnos un rato. Esa noche nos vinimos a cenar a casa, el grupo que Montse llama, los incombustibles. Rosa, como siempre, preparó la poción esa que llama sangría y que deja a todos en un estado poco respetable. Esta vez, lo acompañamos con unos camarones bahianos preparados por mi y cuando ya estábamos entonados, empezó Rosa a leernos el tarot. Lo que nos decía no era tan importante como la forma de decirlo, sin embargo, cada quien recordó lo que más le llamó la atención. Entre muchas cosas, le predijo a Max que llegaría a conocer la fama en un futuro y como de que vuelan, vuelan, todas aprovechamos de tomarnos una foto con él. Esas no las voy a publicar porque uno nunca sabe cuando se les puede sacar algún provecho.