viernes, septiembre 29, 2006

Por ahi viene octubre


Estoy perdida de pendeja.

Eso en realidad quiere decir que estoy híper sensible. Seguro se debe a que octubre está a la vuelta de la esquina. ¿Qué tiene que ver el culo con las pestañas? No sé, pero ya me he dado cuenta que cuando se acerca mi cumpleaños, me da por ahí. No porque tenga nada en contra de mi cumpleaños, al contrario, me encanta cumplir años (todavía), pero todos los sentimientos, especialmente los depresivos, se me magnifican de una manera estrafalaria. Eso es lo que yo llamo el síndrome de octubre.

Si me miras raro, no me contestas el teléfono o un mail, o me dices algo medio antipático o no me invitas a algún lado; enseguida se me arruga el corazón, siento como la cara me va cambiando y como se me suben las lágrimas que enseguida me trago para no poner la cómica. De paso me hago unas películas en la cabeza terribles, imaginándome por qué ya no me quieren. Además, todo me produce nostalgia, suspiro por cualquier cosa y no me gusta quedarme sola.

Así que mosca... Después no digan que no se los advertí.