domingo, junio 18, 2006

Cenicienta remolcada

¡Que arrechera! Me perdonan la expresión pero no consigo un sinónimo que le cuadre. ¡Que arrechera! Anoche me fui al teatro con una Antonieta, Montse y Rosa y la función salió tarde. De paso, me entretuve conversando con Larry Villanueva, el director y uno de los actores de la obra y cuando nos dimos cuenta era tardísimo para ir a comer. Pensaba en ir a algún sitio al que tuviera mucho tiempo sin ir, pero por la hora era mejor ir sobre seguro. Así que nos fuimos a South Beach a un restaurancito de comida mexicana llamado Lime. Estaban a punto de cerrar cuando llegamos pero no encontrábamos donde estacionar. Los locales de los lados tenían espacio pero habían letreros de prohibición, así que seguí. El tiempo pasaba y nada, hasta que en una de las vueltas veo un estacionamiento de una farmacia, bastante grande y concurrido, pero todavía tenía puesto. Cuando voy a entrar, mientras recorto la velocidad, una camioneta casi se me clava por detrás, así que por estar pendiente de evitar el choque, entré a millón sin pararle a más nada.
Caminamos hasta Lime y mientras veíamos por donde venían las otras, nos cierran la puerta en la cara, pero le jalamos un poquito a los muchachos y nos dejaron entrar. Claro, como las otras no llegaban tuvimos que pedir por ellas porque iban a cerrar la caja. Finalmente nos sentamos a comer afuera, hablamos un rato de lo humano y lo divino hasta que nos venció el cansancio. Antonieta y yo nos despedimos y nos vamos caminando. Cuando estoy llegando, me entra un pavor de ver que el carro que estaba estacionado en el puesto donde dejé el mío, no era el mío y como buena venezolana paranoica, lo primero que pensé fue que me robaron el carro. Casi me da algo y llamo a Pocho.
-¡AHHH ME ROBARON EL CARRO! (mi querido carrito europeo)
-¿Cómo que te lo robaron, mija? ¿Dónde estás?
-En la playa, los estacioné en CVS para ir a comer
-¿No será que te lo remolcaron?
Antonieta también me decía -Amiga, cálmate, a lo mejor te lo remolcaron
Y yo como loca -No creo, no hay ninguna señal por ninguna parte. Si te lo remolcan tiene que dejarte dicho dónde está
En eso Antonieta, que asombrosamente estaba más calmada que yo, le pregunta a un muchacho con pinta de estar vigilando y éste le dice que, efectivamente, se lo llevó la grúa porque ese es un sitio de Valet Parking.
Pero Y cómo hago? ¿A donde hay que buscarlo?
Y el tipo de lo más tranquilo me muestra un par de carteles inmensos, en inglés y en español que decía que era zona de remolque y allí aparecía el número al cual llamar. ¿Cómo no lo ví? Pues por culpa del desgraciado que venía montado sobre la maleta de mi carro.
Llamo al estacionamiento y me dicen que está allí y me dan la dirección. Antonieta y yo empezamos a caminar. Total, no era tan lejos. Nosotras que rara vez usamos tacones, esa noche habíamos decidido sacar nuestras sandalias favoritas a pasear. Ya eran como las 12:30 y nosotros camina que camina y nada que aparecía el estacionamiento. De repente siento que se me suelta mi sandalia, los tacones se me quedaban en todas las uniones de la acera y ya me estaban apretando, pero teníamos que seguir caminando. Por fin en una esquina me paro a amarrarmelas y me doy cuenta de que se me rompieron. Coño ¡Que arrechera!
Al fin llegamos al sitio, pago la módica suma de 185$ de la multa y remolque y me dan mi carro. ¡Que horrible! Terminé toda magullada. Me dolía el alma, el bolsillo, el orgullo, los pies pero sobre todo, el haber perdido mis sandalias sin remedio. Me sentí como Cenicienta, pero sin la parte del Príncipe Azul.

1 Comments:

At 5:17 p. m., Blogger Maigli Velásquez B. said...

Holaaaaaa!

Vine a devolver tu visita a mi espacio y lamento encontrar estos tropiezos. Ojalá estés de mejor ánimo.

Me gustó el comentario que haces en el post aneterior sobre el partido Italia - USA... a mi también me llenó de tristeza. Pero pa'lante! Sé que mi querido no me decepcionará.

Me gustó tu blog, la forma sencilla que tienes para escribir. Qué suerte conocer en persona un actor como Varoni y bueno... aquí volveré. Pasaré a visitarte nuevamente y considera las puertas de mi blog abiertas para cuando regresar.

Saludos que ladran!

 

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