sábado, septiembre 30, 2006

Un viernes en la noche


Cada vez que saco la cámara me miran como si fuera un paparazzo, luego se relajan y posan y en menos de 24 horas están preguntando si ya las monté en el blog. Les encanta salir en mi "Hola" plebeya y virtual. Así que ahí van.

Estas las tomé anoche en Piola donde nos reunimos a comernos unas pizzas, beber y charlar, después de un delicioso día de playa. Eso si, no me atrevo a transcribir las conversaciones.


Rosa, Mercedes y yo


Paola, Héctor el boricua y Max


Betsabé y Héctor el argentino, fueron el centro de atención de la noche


No sé que le dijo Héctor a Montse, pero el gesto de ella da mucho que pensar


Con Pocho, Paola y el Boricua

Nos faltó una foto de Ángelo, el mesonero... pero alguien tiene su teléfono!!!

viernes, septiembre 29, 2006

Por ahi viene octubre


Estoy perdida de pendeja.

Eso en realidad quiere decir que estoy híper sensible. Seguro se debe a que octubre está a la vuelta de la esquina. ¿Qué tiene que ver el culo con las pestañas? No sé, pero ya me he dado cuenta que cuando se acerca mi cumpleaños, me da por ahí. No porque tenga nada en contra de mi cumpleaños, al contrario, me encanta cumplir años (todavía), pero todos los sentimientos, especialmente los depresivos, se me magnifican de una manera estrafalaria. Eso es lo que yo llamo el síndrome de octubre.

Si me miras raro, no me contestas el teléfono o un mail, o me dices algo medio antipático o no me invitas a algún lado; enseguida se me arruga el corazón, siento como la cara me va cambiando y como se me suben las lágrimas que enseguida me trago para no poner la cómica. De paso me hago unas películas en la cabeza terribles, imaginándome por qué ya no me quieren. Además, todo me produce nostalgia, suspiro por cualquier cosa y no me gusta quedarme sola.

Así que mosca... Después no digan que no se los advertí.

lunes, septiembre 25, 2006

Temas de conversacion

Esta semana que pasó, por alguna razón, estuvo llena de debates y conversaciones interesantes sobre diferentes temas. Por ejemplo:

El humor según la audiencia. ¿Qué hace que la gente se ría de unas cosas que a otros no les hace... ni cosquillas? ¿Por qué a los hombres les encanta el humor físico? ¿ Por qué sólo a los mexicanos les gusta la versión mexicana de Betty la Fea? ¿Qué le ven de gracioso a una rumbera culona?

Amores cibernéticos. ¿Cómo sabemos si nos están diciendo la verdad cuando sólo lo conocemos a través de una webcam? ¿Cómo sabemos si nos están mintiendo descaradamente mientras nos miran a los ojos? ¿Cómo peleamos con un novio cibernético? o peor, ¿Cómo nos reconciliamos? ¿Hay que serle fiel a un novio virtual?

Amigos centrífugos. ¿Por qué siempre hay alguien que tiene a los demás amigos pendientes de su vida? ¿Por qué juegan a que se preocupan por todos pero increíblemente todos siempre terminan preocupándose por él?

El amor nos hace bellas. Digan lo que digan cuando uno está felizmente enamorada se le nota. No sólo porque uno se ponga boba y monotemática, sino porque uno irradia belleza. Aunque también hay algo curioso, las mujeres recién divorciadas o separadas, también se ponen muy bellas. ¿Será el instinto de supervivencia que nos prepara para entrar de nuevo al mercado?

La gente que no dice lo que quiere decir. Ese extraño grupo de individuos que dan rodeos, vueltas, excusas para no decirte en la cara que no quieren hacer algo. O a lo mejor les molesta algo pero en vez de decirlo te arman toda un drama, una película de suspenso corriendo el riesgo de que seas malo para seguir las pistas y nunca te enteres de lo que les molestaba, hecho que los enfurece aún más.

Cosas que no dicen los hombres. Aparte de que, supuestamente los hombres no usan diminutivos, no dicen neceser, fucsia, frenesí, ni divino; hay muchas cosas que no dicen. Las sienten pero no las dicen, las piensan pero no las dicen y tantas veces nos quedamos con ganas de escucharlas.

Sin embargo, el tema ganador de la semana fue... Belleza y/o inteligencia. Aunque me parecía que era una discusión pasada de moda, como toda las modas, regresó con nuevos bríos. ¿Por qué una chica bella, millonaria y consentida quiere estudiar Bioquímica en Berlín? y ¿Por qué luego que se convierte en jefa de un departamento de no sé que cosa, se blanquea los dientes y se hace las tetas? Esas interrogantes dieron pie a una discusión de horas sobre la frivolidad, los estereotipos, el machismo, la moda, el amor y otros demonios. Por cierto, en estas noches fui a parar al blog de una venezolana que se llama gorda linda y abre su perfil con esta frase: "No es fácil vivir en un país de mises y no serlo....asi que aqui describo algunas de las vivencias de una gordita en el país de Osmel Sousa...."

domingo, septiembre 24, 2006

Aniversario de El Venezolano


Anoche fue la fiesta de aniversario de El Venezolano, el periódico donde mantengo mi columna "Crónicas de Inmigrantes". Pocho y yo vamos todos los años porque es una de esas noches en la que nos encontramos con cualquier cantidad de venezolanos. Nos enteramos de quien se vino, en qué anda cada quien. Incluso nos encontramos gente que ni nos acordábamos que existían.
Además, Oswaldo y la Nena son unos anfitriones de primera y es rico disfrutar de sus atenciones.
Aquí van algunas fotos del equipo, o más bien, la familia El Venezolano.


Tahís García, Fabiola Nouel, Oswlado Muñoz y yo


Con José Hernández y su esposa Elisa


Con Nelly Pujols


A la hora de cantar el cumpleaños feliz, Oswaldo con su amigo del alma José Luis "El Puma" Rodríguez

sábado, septiembre 16, 2006

Estirando la hora del recreo

Anoche nos reunimos en casa, los compañeros de clase y algunos de los miembros honorarios del club. Lo que pasa es que el receso nunca es suficiente para todo lo que queremos compartir, así que una noche libre es un buen momento para hacerlo.
Como verán, algunos empezaron la fiesta desde temprano. Aparentemente, Mercy se convirtió en el conejillo de indias de Rosa probando la sangría antes de llegar. Y aquí están celebrando el resultado.


Pasamos un buen rato comiendo, bebiendo y hablando... adivinen de qué. Pues si, guiones, historias, personajes, clases, tareas, profesores. Todos teníamos algo que contar de la programación actual, como alumnos o como audiencia, y en el caso de Héctor y Erick, que trabajan en eso, como profesionales.
Hasta que por fin, me convertí en DJ y salimos a bailar. Entonces, Ana María recordó que tenía una cámara y tomó algunas fotos.



Poco a poco, todos fueron dejando la timidez y hasta la vergüenza. Incluso Max bailó. Eso si, el día que Héctor, el boricua, se pare de la silla, podremos asegurar que los milagros existen. Aquí entre nos, los mejores bailarines resultaron ser Gisela y su esposo y Erick y su esposa. Claro, ya van a decir que porque son cubanos, pero bueno, así es. Eso si, no les tomamos fotos por envidiosos.

Mención especial merece Héctor Gómez. Tomando en cuenta que los argentinos no se destacan por sus habilidades para entrarle a lo tropical, podemos decir que hizo bastante. En realidad, más que un tema de habilidad, creo que es de actitud: el no le para a nada, simplemente sale a disfrutar. Así que se convirtió en la pareja del baile sensacional.
A todas nos zarandeó y nos hizo probar una y otra vez el típico final de dejarse caer y alzar una pierna al aire, con los brazos abiertos. Dice que algún día logrará que le salga como en las películas.

















Otro que no se queda atrás es Adriano. Brasil viaja con él donde quiera que vaya. Puso a menar las caderas de todas las chicas y a algunas las hizo volar.













De Diego... qué les puedo decir, puro bla,bla. Como dirían en mi pueblo: con tan buena voz y mandando a cantar. Se la pasó toda la noche alentando a los demás a bailar y cuando le tocaba salir al ruedo, ponía una excusa, que si pongan Carlos Vives, que si saquen a Max. Menos mal que su hija salvó el honor de la familia. Salió a bailar regettón y se lo arrastró con ella.

Al final, como siempre, el grupo de los duros de matar: Elsa, Adriano, Rosa, los dos Héctor y yo, nos quedamos hablando de cine y de cualquier otra cosa que se atravesara por el camino.

jueves, septiembre 14, 2006

Hacer reir es cosa seria

Esta noche tuvimos una clase con Sergio Jablón. A lo mejor su nombre no les dice mucho porque ese es uno de los rollos de los escritores. Por lo general uno se acuerda de las historias, de los actores, pero rara vez uno sabe quien escribe. Resulta que Sergio escribió para la Rochela en la época de Palomino Vergara, Chepina, los vampiros, etc. El tema, por supuesto, fue la comedia.

Uno generalmente, cuando habla de un comediante o de un autor humorístico, se imagina que siempre hacen reir, pero me resultó sumamente interesante encontrarme con una clase de los más seria sobre técnicas, formatos, elementos que nutren a la comedia. A mi, que me encanta el género, que no puedo concebir mi vida sin la risa y no puedo evitar burlarme hasta de mi misma, me da miedo escribir comedia. Me parece que es montarse en una de esas montañas rusas oscuras en las que uno nunca sabe cuando sube ni cuando baja. Me tienta, pero le tengo mucho respeto. Así que el tema de aprender a hacerlo, me atrapó la atención.

Claro, la seriedad del tema no fue, para nada un impedimento para divertirnos. Así que la pasé muy rico.

Se acabo la visita

Desde el lunes estuve recibiendo la visita de mi tío Eduardo con Mary, Eduardo José, Mary Adriana y su novio Neco. Por supuesto, estuvieron más tiempo en la calle que en casa. Lamentablemente, como yo estoy en clases, no pude salir mucho con ellos, pero Pocho los acompañó a hacer compras, fueron dos veces a los juego de los Marlins y ayer cerramos con broche de oro. Era el cumpleaños de Mary Adriana así que empezamos almorzando en casa. Les preparé tostadas y fajitas mexicanas y luego, mientra yo estaba en clases, se fueron con Pocho a pasear. En la noche nos encontramos en Piola, una pizzería que a mis hijas les encanta, y la verdad es que es muy buena. Hicimos un grupo como de 20 personas entre familiares y amigos y estuvimos como hasta las 12 de la noche.





Hoy los dejamos en el aeropuerto a mediodía y cuando regresamos a casa sentimos una quietud tan grande que se nos convirtió en vacío. Es que si algo uno extraña es ese despelote familiar, el bochinche, el comer todos juntos, preparar cafecito y burlarnos los unos de los otros. Pocho está alicaído, le hace falta su pana y todavía no han pasado ni 24 horas.

viernes, septiembre 08, 2006

Cumpleaños feliz

Hoy cumple 20 años mi flaca. Gaby es mi hija mayor, bella y preciosa. Lástima que tengo una gripe tan fuerte, que no pude organizarle una fiesta. Igual, algunos amigos vinieron a picar la torta y luego se fueron a celebrar
¡Feliz cumpleaños!
Mamá

martes, septiembre 05, 2006

Post Data

Por fin anoche llegué a casa. Pasé unos días delciosos entre mimos, nostalgias, cuentos, comida y mucha lectura. Lamentablemente nos faltó ir al teatro, a pesar de que había en cartelera varios títulos interesantes.

Una de las cosas que más me gusta de visitar Venezuela es recordar la suerte que tuve de haber nacido y crecido dentro de un ambiente tan rico y no me refiero a la riqueza material, sino al valor humano de mi famila y mis amigos. Me encanta verlos destacarse a pesar de la crisis. Verlos moverse en todas las áreas de la vida nacional, desde la política hasta la farándula, pasando por el deporte, las organizaciones sociales, la cultura. Gente que quiero y que me regalan su cariño que traigo como reservas estratégicas para el invierno. Eso me impulsa a siempre seguir adelante porque sé que puedo, que tengo todas las herramientas en mi equipaje.

Mañana empiezo las clases de nuevo. Vengo cargada de entusiasmo para ponerle todo el corazón a este proyecto que se ha convertido en mi gran motor.

Biella Da costa y Álvaro Falcón, grandes amigos y grandes músicos.
Pocho y Darío que todavía está celebrando la graduaciónCon mi hermana Claudia, y mis tías Inés, Mima y Chilila durante los típicos chismes de cocina. Mi mamá en su sesión fotográfica con Víctor Hernández. Es para una exposición sobre valencianos que se mostrará en la Feria Internacional del LibroDante, Daniel, Rolando, Mónica,Camila, Verónica y mi papá, cantando cumpleaños feliz a Ricardo
Una vieja tradición familiar: torta de cumpleaños en la cara de Claudia
Con Sumo en Sibaris. Brindando por tantas cosas buenas que nos han pasado últimamente y sobre todo, por lo que vendrá...
Con Irene, Alejandra y Adriana. El trío explosivo de los viejos tiempos, ahora con una nueva socia.
Con Salvador y Adriana Almea
Subiendo en teleférico
Vista de Caracas desde arriba
Mi mamá, Annelie y Michelle
Con Pocho en el Ávila, del lado del mar
Pocho y Michelle en la casa de Dad y Alejandro
Vista desde una ventana de la casaLos hijos de las hermanas Núñez
Annelie y Michelle
Con Alejandro
El grupo en la entrada de la casa. Alejandro, Alejandro Ribalta, Dad, Michelle, Annelie, yo, Pelusa y Pocho
Cerrando con broche de oro, una cena con la Famiglietti y Laureano ¨Rey Midas" Delgado

domingo, septiembre 03, 2006

Venezuela Parte III

Estos últimos días han sido de cine, lectura, más amigos, más comida, algunas compras (trajes de baños, ron, chocolates, etc.)

El viernes traté de hacer un trámite como cualquier hijo de vecino. Todos dicen que es fácil sacar la cédula de indentidad en esos operativos, pero la verdad es que a mi no me parece. A lo mejor ya he perdido la paciencia. Se suponía que el operativo empezaba a las 11 de la mañana y llegué un poco antes. Ya la cola era larga, pero igual me quedé. Traté de abstraerme del hecho de que estaba en la calle parada, llevando sol y tragando humo de los carros. Traté de imaginarme en la playa, en un velero navegando, pero no. Demasiada realidad. Lo cierto es que cuando me di cuenta de que tenía más de dos horas, sólo dos computadoras y alrededor de 60 personas delante de mi o lo que es peor, sólo 20 menos de las que había cuando llegué, decidí mandar la cédula al carajo. Después dicen que a uno le encnata una palanca, pero caray ¿qué vamos a hacer? Algún día encontraré a un alma caritativa que me la quiera renovar sin tanta vaina. En la tarde visitamos a Irene y fuimos a comer bombones a Kakao. Esos bombones de té de lavanda o flores de jazmín son una delicia.

El sábado almorzamos en casa de Biella y Álvaro y cenamos con Salvador y Adriana. El domingo tuvimos un día bastante movido. En la mañana nos fuimos hasta Ávila Mágica en teleférico. Tenía aañooos que no hacía ese paseo. De hecho, no conocía los carritos nuevos. Así como en Miami me encantan los paseos por la playa, en Caracas, el Ávila me embruja. Esa sensación de tanta naturaleza en medio de la jungla de concreto me fascina. Además, cuando uno llega a la cumbre y puedes ver de un lado el mar y del otro la ciudad es demasiado. Después de llamadas van y vienen entre Pocho y Pelusa, su hermano, por fin decidimos montarnos en los jeeps que van al pueblo de Galipán para llegar a casa del primo de ellos, Alejandro Ribalta y su esposa Dad. Dad, junto a su papá, construyó una de las casas más bellas que he visto. Una mezcla perfecta entre naturaleza y modernidad, los rústico y lo moderno. Una vista preciosa y una terraza de madera que lo hace sentir a uno como si fueras del jet set. De paso, el día estuvo bellísimo, así que la pasamos rico.

En la noche salimos a cenar en Mocambo con Adriana Famiglietti y luego se nos unió Laureano Delgado. Creo que todos estábamos súper cansados, pero un buen chisme es el mejor levantamuerto que existe, así que nos quedamos hasta que hicimos el recorrido completo: amigos, conocidos, farándula, país, trabajo, planes.

Hoy me regreso y como siempre, quedan muchas cosas por hacer. Pero así es, siempre debe quedar una razón para volver.